Método Navarro

Puntos de presión en reflexología podal energética

Mientras la medicina convencional tiende a especializarse cada vez más en sistemas fisiológicos separados, terapias reflejas como la reflexología podal energética contemplan todos y cada uno de los sistemas del cuerpo, teniendo presente su interconexión. Y esta conexión se evidencia claramente cuando exploramos unos pies. 

No importa qué órgano sea el que manifiesta una dolencia con más claridad, siempre encontramos zonas sensibles que corroboran anomalías complementarias o secundarias a la que origina el factor alarma en nuestro organismo.

¿Cómo funciona la reflexología? Mediante reflejos. El reflejo en este caso se origina en un receptor periférico: la piel. La presión que ejercemos en ella es el estímulo y este es trasmitido vía neuronal, generando una respuesta.

Esta última puede traducirse en una relajación o contracción de músculos, órganos o glándulas, lo que da lugar a la normalización de la función alterada.

¿Qué añade la reflexología podal energética a este esquema? La comprobación del flujo de energía de todos los órganos del cuerpo en sus terminaciones nerviosas de los pies para detectar acumulaciones de cristalizaciones que puedan llegar a causar problemas físicos.

PUNTOS DE PRESIÓN

Cada punto de presión en reflexología podal energética está relacionado con un órgano y con un área diferente del cuerpo.

Al trabajar sobre un punto en concreto, se estimula la circulación sanguínea de la zona a la que corresponde ese punto y ese flujo desencadena una respuesta curativa, aliviando ciertas dolencias.

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